Día Internacional de la Mujer: Entrevista a Adriana Montero
Hoy 8 de marzo recordamos que la lucha cotidiana de las #MUJERES es desafiante no solamente desde sus realidades sino también para temas como la gestión del territorio, la alimentación y el cuidado de la vida.
En esta oportunidad les compartimos una entrevista realizada por Marisol Hofmann a Adriana Montero, Directora de INCADE – institución anclaje del GTCCJ, donde se muestra una de las realidades de tantas mujeres que no solamente han luchado por los derechos de la mujer en el lugar donde viven, asimismo siguen buscando la equidad de género en otros espacios como el trabajo. Esta lucha se amplía también al cuidado de nuestra casa común como muchas de las mujeres del GTCCJ y nuestra sociedad lo hacen. Por eso y más desde el GTCCJ conmemoramos la fuerza y lucha de las #MUJERES
Adriana Montero, Directora del Instituto de Capacitación para el Desarrollo (INCADE) y co-fundadora del GTCCJ
Entrevista realizada por Marisol Hofmann
Adriana Montero es un lindo equilibrio entre fuerza y ternura. Si puede aliviar las dolencias de sus pacientes con sus benevolentes manos (además de directora del INCADE, trabaja como fisioterapeuta), en otros momentos también puede llegar a sacar las garras para defender sus ideales. Fiel a sus valores, esta mujer comprometida no se deja impresionar por sus detractores. «Cuando se empezó a hablar de los derechos de la mujer en Saavedra (el pueblo de la región de Santa Cruz en el que creció y vive actualmente), causó un gran revuelo», recuerda esta mujer que recientemente ha cumplido 70 años. «Una noche, en un evento, un hombre se me acercó (estaba algo alcoholizado) y me dijo: ‘Tenemos que hablar seriamente. Los hombres están muy molestos con usted y su ley sobre la violencia doméstica, que levantó las mujeres. Los hombres ya no pueden hacer nada con la amenaza de ser denunciados.'»
«Siempre he sido diferente. Como leía mucho, desarrollé otra forma de ver el mundo, de pensar, de comportarme, incluso de vestir.»
Adriana Montero siempre ha estado en el ojo del huracán por su audacia y sus ideas progresistas. Por no hablar de su género, en una sociedad marcada por el machismo. Esto le ha valido muchas críticas, a veces amenazas. Me confiesa que incluso hoy en día, algunas personas quisieran que ella, a la que consideran una alborotadora, abandonara la comunidad de una vez por todas. «Siempre he sido diferente. Como leía mucho, desarrollé otra forma de ver el mundo, de pensar, de comportarme, incluso de vestir».
El contexto en el que nació no la predestinaba a una carrera. Pero este espíritu ambicioso y autodidacta luchó por conseguir sus objetivos. «Perdí a mi padre cuando tenía tres años. Así que crecí con mi madre y
mis hermanas. No tenía a nadie que me ayudara con los deberes porque a mi madre nunca la dejaron estudiar», dice Adriana Montero.
No había escuela secundaria ni biblioteca cuando terminó la primaria. Sólo pequeños quioscos en los que vendían y alquilaban revistas, recuerda la directora del INCADE. «Entonces, para instruirme, leía todo lo que caía en mis manos». Afortunadamente para Adriana Montero, poco después abrió finalmente una escuela secundaria con biblioteca, lo que le permitió completar su educación.
Nada distrae a Adriana Montero de sus ideales. Ni siquiera el amor. Su marido tuvo que aceptar que nunca sería ama de casa. Sin embargo, cuando le hizó su propuesta de matrimonio, lo insinuó. «Llevábamos 11 años saliendo. Le conteste: ‘Me conoces de toda la vida y siempre has sabido que nunca me han gustado, no me gustan y nunca me gustarán las tareas domésticas. Alguien tendrá que hacerlas por mí y por eso tendré que trabajar. Siempre he sido sincera, desde el primer día, y no voy a cambiar de opinión. Estas son mis condiciones. Si no te gusta, aquí te devuelvo tu anillo.’ No tuvo otra opción, tuvo que aceptarme así», recuerda Adriana Montero. Y añade: «Tengo un carácter fuerte porque nunca he estado sometida a la autoridad de un hombre. Crecí con la imagen una madre fuerte. Y pensé que si ella podía salir adelante, yo también».
«Tenemos que generar conciencia, empoderar a la gente y darles el valor de decir STOP y exigir el cambio.»
Pionera feminista en su comunidad, también se convirtió en una pionera de la ecología. Fue una de las fundadoras del GTCCJ. Fue la coordinadora nacional durante mucho tiempo y ahora es la coordinadora del grupo regional de Santa Cruz.
